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El agrimensor literario  

Nº 3

Gaceta 

Medida, tiempo y dimensión de los espacios literarios e ilustrados

Yo soy el teatro

          Teatro en Occidente

 

 

Con el triunfo del cristianismo, el  teatro europeo surge vinculado al culto religioso. Toda la zona del imperio romano adopta esta religión. La misa, celebración litúrgica central en la religión cristiana, es en si misma un “drama”, una representación de la muerte y Resurrección de Cristo. Los clérigos se dan cuenta que a través del teatro pueden explicar los misterios de la fe a los fieles que en su mayoria eran incultos y analfabetos, y crean asi los primeros diálogos teatrales; los tropos, con los que escenificaban algunos episodios relevantes de la Biblia. En cuanto al lenguaje será un teatro caracterizado, en una primera etapa, por el latín, dado su carácter religioso. Sin embargo, al ir perdiendo su carácter religioso y salir el teatro de las iglesias a la calle, empezara a representarse en latín vulgar, terminando por representarse en la lengua del país en cuestión. Solamente Alemania seguirá realizando teatro en latín hasta el siglo XVIII. En el resto de los paises, se alternaran párrafos en latín y lengua romance. Estas representaciones, que tenían lugar dentro de las iglesias, en el coro o parte central de la nave, se fueron haciendo mas larga y espectaculares dando lugar a un tipo de teatro religioso que fue el teatro medieval por excelencia.

 

Poco a poco se fueron añadiendo elementos profanos y  cómicos a este tipo de representaciones y comienzan a actuar los laicos  en vez de los religiosos y, por razones de decoro, las obras terminan por abandonar las iglesias y comenzaron a representarse en lugares públicos: en los pórticos y atrios de las iglesias, plazas, calles y cementerios.

 

 

Auto de los Reyes Magos

Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya. 

 

Eugène Ionesco

 

La casa de Bernarda Alba

 

ACTO PRIMERO

 

Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda. Muros gruesos. Puertas en arco con cortinas de yute rematadas con madroños y volantes. Sillas de anea. Cuadros con paisajes inverosímiles de ninfas o reyes de leyenda. Es verano. Un gran silencio umbroso se extiende por la escena. Al levantarse el telón está la escena sola. Se oyen doblar las campanas.(Terminan de entrar las doscientas mujeres y aparece Bernarda y sus cinco hijas) 

Bernarda: (A la Criada) ¡Silencio! 

Criada: (Llorando) ¡Bernarda! 

Bernarda: Menos gritos y más obras. Debías haber procurado que todo esto estuviera más limpio para recibir al duelo. Vete. No es éste tu lugar. (La Criada se va sollozando) Los pobres son como los animales. Parece como si estuvieran hechos de otras sustancias. 

Mujer 1: Los pobres sienten también sus penas. 

Bernarda: Pero las olvidan delante de un plato de garbanzos. 

Muchacha 1: (Con timidez) Comer es necesario para vivir. 

Bernarda: A tu edad no se habla delante de las personas mayores. 

Mujer 1: Niña, cállate. 

Bernarda: No he dejado que nadie me dé lecciones. Sentarse. (Se sientan. Pausa) (Fuerte) Magdalena, no llores. Si quieres llorar te metes debajo de la cama. ¿Me has oído? 

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