Y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojado en su infusión de té o de tilo, los domingos por la mañana en Combray (porque los domingos yo no salía hasta la hora de misa), cuando iba a darle los buenos días a su cuarto. Ver la magdalena no me había recordado nada, antes de que la probara; quizá porque, como había visto muchas, sin comerlas, en las pastelerías, su imagen se había separado de aquellos días de Combray para enlazarse a otros más recientes; ¡quizá porque de esos recuerdos por tanto tiempo abandonados fuera de la memoria no sobrevive nada y todo se va desagregando!; las formas externas —también aquella tan gratamente sensual de la concha, con sus dobleces severos y devotos—, adormecidas o anuladas, habían perdido la fuerza de expansión que las empujaba hasta la conciencia. Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y más fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan, sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo.
(Marcel Proust,
En busca del tiempo perdido
1. Por el camino de Swann
Poetae Melici Graecae
Es difícil que haya un hombre
verdaderamente bueno,
construido sin falla, perfecto de manos,
pies y mente: solo un dios podría
tener ese premio, es imposible
para un hombre no ser malo cuando
una desgracia inmanejable lo acomete.
Si le va bien, cualquier hombre es
bueno y es malo si le va mal. En su
mayoría, aquellos a quienes los
dioses aman son los mejores.
No me resulta atinado lo de Pítaco,
aunque haya sido dicho por un
hombre sabio. Él dijo: “es difícil ser
bueno”. Para mí es suficiente un
hombre que no sea demasiado
descontrolado y conozca la justicia
que es buena para la ciudad, un
hombre confiable. No criticaré a un
hombre así. Después de todo, la
estirpe de los tontos es infinita. Para
mí, todo es bueno, mientras no esté
mezclado con lo malo.
Por esto, yo no voy a desperdiciar
mi porción de vida en una inútil
esperanza vacía, buscando algo
imposible: un hombre intachable, no
entre los que vivimos del fruto de la
ancha tierra. Pero si lo encuentro,
les mandaré a avisar... En cambio,
elogio y amo a cualquiera que no
haga nada vergonzoso a propósito.
Ni los dioses luchan contra la
necesidad.
Simónides de Ceos (Σιμωνίδης ὁ Κεῖος: Yulis, isla jónica de Ceos, actual Kea, ca. 556 a. C. - Siracusa, ca. 468 a. C.) fue un poeta lírico griego, creador de la mnemotecnia, y tío del también poeta Baquílides
Si bien entre los alejandrinos se lo reconoció como uno de los nueve poetas líricos, no ha perdurado la lista de sus obras. Esto dificulta el proceso de adscribir los fragmentos que han sobrevivido a un género u otro. Además, numerosos testimonios le atribuyen diversos poemas que no nos han llegado. Sí se sabe que cultivó de manera sobresaliente la poesía pública, principalmente los epinicios, al punto de tener fama de ser el consolidador del género, en el cual brillarían también su sobrino Baquílides y su rival, Píndaro. También encontramos epigramas (entre los cuales están sus famosos epitafios), trenos, encomios, himnos, peanes y aun quizás ditirambos. Son muchos los casos de atribución dudosa.
Etimológicamente, la palabra Mnemotecnia es de origen griego, compuesta por los siguientes léxicos; “mneme” que significa “memoria”, “techne” que expresa “técnica”, y el sufijo “-ia” que significa “acción”.
La memoria es una función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado.1 Algunas teorías 2 afirman que surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales (la llamada potenciación a largo plazo). Sin embargo, aunque este fenómeno se ha estudiado por más de 30 años en animales, todavía no hay suficientes estudios sobre su existencia en la corteza cerebral humana.
El arte de la memoria
Frances Yates
https://monoskop.org/images/7/74/Yates_Frances_A_El_arte_de_la_memoria.pdf
Mnemotecnia.es
Mnemotecnia.
(Del griego mnéemee —memoria— y téchnee —arte—) o nemotecnia es una técnica que trata de fortalecer la memoria a través de la asociación de ideas, esquemas, ejercicios sistemáticos, repeticiones, etc. La palabra mnemotecnia proviene de Mnemósine, diosa griega de la memoria que era esposa de Zeus.
Mnemósine
: En la mitología griega fue la diosa de la memoria y en su tiempo se consideró una de las divinidades con más poder porque sabe “todo lo que ha sido, todo lo que es y lo que será”.
https://hablemosdemitologias.com/c-mitologia-griega/mnemosine/
"En un banquete que daba un noble de Tesalia llamado Scopas, el poeta Simónides de Ceos cantó un poema lírico en honor de su huésped, en el que incluía un pasaje en elogio de Castor y Pólux. Scopas dijo mezquinamente al poeta que él sólo le pagaría la mitad de la cantidad acordada y que debería obtener el resto de los dioses gemelos a quienes había dedicado la mitad del poema. Poco después se le entregó a Simónides el mensaje de que dos jóvenes le estaban esperando fuera y querían verle. Se levantó del banquete y salió al exterior pero no logró hallar a nadie. Durante su ausencia se desplomó el tejado de la sala de banquetes aplastando y dejando, bajo las ruinas, muertos a Scopas y a todos los invitados; tan destrozados quedaron los cadáveres que los parientes que llegaron a recogerlos para su entierro fueron incapaces de identificarlos. Pero Simónides recordaba los lugares en los que habían estado sentados a la mesa y fue, por ello, capaz de indicar a los parientes cuáles eran sus muertos".
giordano bruno
Intención primera.
A
Con el favor del único Dios y siéndonos propicias las divinidades sometidas
a este altísimo príncipe, comenzamos como sigue.
Aludiendo a la perfecci6n del hombre y a la obtenci6n del bien mas
preciado que pueda haber en este mundo, el mas sabio de los hebreos presenta
así las palabras de su amada: «Me senté a la sombra de aquel al que
yo deseaba». Efectivamente> esta naturaleza nuestra no es tan importante
como para morar, según su propia capacidad, en el mismísimo campo
de la verdad; porque ha sido dicho: «El hombre viviente es vanidad», «todo
es vanidad», y que es verdadero y bueno es único y primero.
Por otra parte, ~cómo es posible que aquello mismo cuyo ser no es propiamente
verdadero y cuya esencia no es propiamente la verdad posea
la eficacia y el acto de la verdad? Le basta, pues, y de sobra, con sentarse
a la sombra de bueno y verdadero. No me refiero a la sombra de
verdadero y bueno natural y racional -ya que entonces hablaríamos de
falso y malo-, sino de metafísico, ideal y supersubstancial. De
este modo, el alma se vuelve participe de bueno y verdadero de acuerdo
con su propia facultad. Aun cuando no sea tan poderosa como para ser
la imagen de aquello, sin embargo, es a su imagen mientras la diafanidad
de la propia alma, limitada por la opacidad inherente al cuerpo, experimenta
algo de esa imagen en la mente del hombre al impulsarse hacia ella;
por el contrario, en los sentidos internos y en la razón, a los que estamos
supeditados viviendo a la manera de los seres animados, no experimenta
mas que la sombra de esa imagen.
El arte de la memoria de Ramon Llull, Giulio Camillo y Giordano Bruno: usar el espacio para recordar
"Son cuatro las clases de Ídolos que asedian las mentes humanas.
Para mayor claridad les hemos puesto nombres, de forma que la primera clase la llamamos Ídolos de la Tribu, a la segunda Ídolos de la Caverna, a la tercera Ídolos del Foro y a la cuarta Ídolos del Teatro"
(NO, II: XXXIX).
"La herejía de Giordano Bruno" de Nuccio Ordine
El código secreto de Giordano Bruno
https://www.espaciomisterio.com/civilizaciones-perdidas/el-codigo-secreto-de-giordano-bruno_32222