Los mundos imaginarios:
reinos, tierras y leyendas
Mundos imaginarios
Hechos ilusorios; tiempo ilusorio; habitantes ilusorios de un mundo ilusorio, que es distinto para cada lector, al contrario de las imágenes que ofrecen las historias de las películas o de la televisión y que son iguales para todos. Cada historia escrita engendra incontables universos distintos: uno para cada persona que la lee.
Las nuevas cartografías urbanas, que identifican –a veces en tiempo real– la localización de nuevas actividades y recorridos, y que parecen pertenecer en sus atractivas representaciones al más puro estado de lo gaseoso, manifiestan cambios de emplazamiento efectivos respecto a lo previsible. Esta mutabilidad continua de los flujos y las localizaciones, deriva en inevitables readaptaciones de la ciudad real. No solo por las nuevas “lecturas” que de la misma hacemos, y de los nuevos mapas que construimos, sino por la necesaria adaptación de sus estructuras, que pasarán a ser determinadas, no por lo fuerte –trazados e infraestructuras– sino precisamente por lo débil e invisible de la información virtual. No es algo nuevo; los libros de viaje y los planos también modificaron la construcción, primero mental y luego física, de la ciudad. Pero la nueva cartografía constituida por la superposición de subjetividades de millones de ciudadanos, muestran ya la transformación de la ciudad real, y lo hacen a velocidades inimaginables antes, transformando lo estático en dinámico, y forzando a su consideración activa en cualquier futura decisión que afecte al planeamiento y el proyecto urbano.