De ocho a diez estaba el café completamente lleno, y los alientos, el vapor y el humo.
Actualizado: 26 dic 2020
De ocho a diez estaba el café completamente lleno, y los alientos, el vapor y el humo hacían un potaje atmosférico que indigestaba los pulmones (...) Poco después empezaba a clarear la concurrencia; algunos se iban, y las peñas de estudiantes se disolvían (...) A las doce vuelve a animarse el local con la gente que regresa del teatro y que tiene costumbre de tomar chocolate o de cenar antes de irse a la cama. Después de la una sólo quedan los enviciados con la conversación, los adheridos al diván o a las sillas por una especie de solidificación calcárea, las verdaderas ostras del café.
Fortunata y Jacinta. Parte tercera
Los contertulios se reunían para conversar, opinar, escuchar con todo lo cual experimentaban un verdadero placer. Respetaban unas reglas tradicionales que consistían en: el tiempo y el lugar debían ser siempre los mismos y cada uno debía ocupar siempre idéntico sitio; la conversación debía ser general, sin hacer apartes; tenían permiso para hablar mal de los ausentes con lo que se conseguía que nadie faltase a la reunión y que nadie se marchara antes que los demás.[5] En cada uno de estos establecimientos se fue decantando un estilo o una preferencia de manera que los clientes acudían a uno u otro según sus aficiones y lo que le interesara. El café del Príncipe tenía su tertulia llamada El Parnasillo; acudían literatos del Romanticismo como Espronceda y Zorrilla, oradores, pintores y grabadores. El café de Pombo era un local estrecho y de techo bajo que Ramón Gómez de la Serna bautizó con el nombre de La sagrada cripta. Después la propia tertulia se conoció con ese nombre. A esta tertulia acudían periodistas, escritores, poetas y pintores.[6] Se conserva en el museo Romántico la mesa de reunión de los contertulios. La mesa es rectangular de mármol blanco que se apoya sobre un armazón de hierro con dos patas, base circular y un fuste con ménsula con decoración de volutas. El tablero de mármol está partido por lo que se optó por superponer uno nuevo que sirviera de protección. Mide 153 cm × 53 cm × 1,5 cm de grueso.
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